Marcado por la dolorosa experiencia del exilio, Ai Weiwei siempre seha sentido extranjero, y a través del arte ha conseguido darle a estapercepción una dimensión universal. En este Manifiesto sin fronteras,Weiwei reconstruye paso a paso el difícil camino vital e intelectualque lo ha llevado a convertirse en el artista que mejor ha sabido darvoz a los refugiados de toda condición. Pero, más allá de la confesión personal, este libro emerge como un firme llamamiento a lacomunicación pacífica, a comprometernos sin ambages con nuestro tiempo y con nuestros semejantes.