Igual que a un osado trapecista, a Munir Hachemi también le gusta el«más difícil todavía» y ampliar cada vez más los límites de suliteratura, algo que para sus lectores representa un reto siempregozoso y estimulante. Esta colección de cuentos arranca con un textoen el que una joven trata de salir adelante en un mundo donde «se haacabado la gente». Hachemi también sigue los pasos de una pareja quebusca, incansable, el Sonido del Fin. Asiste a la monótona espera dealguien que pasa una estricta cuarentena encerrado en un lujoso hotelde algún punto del continente asiático y a las interacciones con sussemejantes. Sigue las pesquisas de un policía que, tras descubrir laliteratura justo antes de jubilarse, empieza a aplicar una lógicadiferente en su trabajo. Da cuenta de una apócrifa versión de Las mily una noches traducida por Borges que sólo contiene la historia de unantiguo Imperio que basa su poder en su inmensa Biblioteca. Aun así,el texto más extraterrenal de todo el conjunto es el que se basa en el relato real de un antiguo trabajador de un CIE (Centro deInternamiento de Extranjeros) en el que simplemente cu