Las grandes hadas sostiene que la cristianización del continente nunca se completó, que los campesinos de Europa occidental practicaron una religión sincrética hasta la llegada de la Revolución Industrial. En el noroeste ibérico, esta religión popular contiene varias creencias y mitos claramente célticos, como demuestran sus profundos vínculos con la literatura medieval de Gales e Irlanda. El mito pagano mejor documentado en la tradición oral es el de las grandes hadas, espíritus femeninos que pervivieron hasta época muy reciente y que, en algunos casos, se comportan como verdaderas diosas. Estudiando su evolución, desde las lápidas galorromanas hasta la etnografía moderna, descubriremos un vasto patrimonio cultural, un «tesoro del campesino» del que pocos son conscientes. Este libro pretende reclamar esa herencia, largamente ignorada, y re exionar sobre lo que todos estos hechos suponen para nuestra autopercepción, para nuestro relato colectivo.