El autor comenzó a escribir estos diarios en Roma en 2009. No hay un tiempo lineal en ellos, solo huellas de un tiempo, un rastro que el lector desea seguir hasta donde le lleve. Se trata de una escritura salvaje, libre. Anotaciones, intentos de diario, poemas, fragmentos, textos sin descifrar, citas, postales, pensamientos, visiones.