AA.VV
El adjetivo gótico nos remite a un paisaje nocturno, plagado deárboles retorcidos, nubes pálidas, sonidos inquietantes y vislumbresde cementerio. Un imaginario que en buena medida se forjó entre lospoetas románticos ingleses y sus sucesores. Lejos de ser un génerocultivado por poetas de segundo rango, nuestra selección recurre anombres que están en la cima de su arte: se abre con dos inquietantespoemas de Shakespeare, para recorrer después las grandes aportacionesde los románticos, encontrarnos con el maestro indiscutido del género: Edgar Allan Poe; las hermanas Brontë, los espectros del recuerdo deHardy y la feérica Irlanda de Wilde y Yeats antes de despedirnos entre la penumbra onírica de Charlotte Mew.