Con el crecimiento demográfico y el cambio climático, la cuestión agraria aparece como un factor de tensión social e internacional. Sin embargo, la escasez de tierra no es un hecho físico, sino que resulta de la monopolización de la tierra por parte de multinacionales o clases dominantes. Las sociedades nunca han dejado de luchar y morir por ella: conquistas, guerras civiles, autoritarismos, etc. De los fascismos europeos a las dictaduras latinoamericanas, de la Revolución China a las guerrillas colombianas, ¿cuántos sucesos políticos han tenido como trasfondo una tierra mal repartida? Esta obra reexamina la historia contemporánea colocando la cuestión de la tierra en el centro de la lógica del poder.