A finales de los 80, cuando los héroes de la Movida madrileña estabande capa caída o habían sucumbido a la tentación del mainstream y lasmultinacionales, surge una nueva generación que, fuertemente influidapor el pop-rock independiente británico y norteamericano y por laproclama del punk del «hazlo tú mismo», empieza a gestar un nuevouniverso sónico que bascula entre el noise, el rock de garaje y el pop más naíf y etéreo. Al mismo tiempo, de los lugares más insospechadosdel territorio español, algunos jóvenes deciden montar su sellodiscográfico, a veces incluso en su casa, sin más medios que un fax,un teléfono y una estantería. También aparecen numerosos fanzines que, a base de corta y pega y fotocopias, se hacen eco de la nueva escenamusical; la mayoría de veces para ensalzarla, pero también paraparodiarla y denigrarla. Nace así el indie en España.El periodista musical Nando Cruz, tras un año y medio de trabajo ydespués de entrevistar a más de cien personas, compone por primera vez el apasionante retrato de una generación que, amplificada por unaprensa especializada que acogió sus propuestas con un entusias