Entre junio y agosto de 1959, montado en un Fiat 1100, Pasolinirecorre «la larga carretera de arena» de Ventimiglia hasta Palmi y deallí, «presa de una especie de obsesión deliciosa», llega hasta elmunicipio más al sur de Sicilia para luego volver a remontar la costaoriental y llegar a Trieste. En La Spezia, desde donde sale hacia SanTerenzo y Lerici, siente que está a punto de empezar uno de losdomingos más bonitos de su vida. En Livorno no dejaría nunca «elenorme litoral lleno de jóvenes y marineros libres y felices». Y,finalmente, en el Circeo: «el corazón me late de felicidad, deimpaciencia y de orgasmo. Solo con mi 1100 y todo el Sur delante demí. Comienza la aventura».Es la revista 'Successo' la que encarga a Pasolini este reportaje quefinalmente saldrá en tres partes entre julio y septiembre. En suviaje, el poeta encontrará amigos, intelectuales y personajesconocidos, se entusiasma con la gente simple de los pueblos másremotos (en Portopalo «la gente está como loca y es la mejor deItalia, raza purísima, elegante, fuerte y dulce»). Con su entusiasmopor el descubrimiento, con su mirada emocionada y agud