No hace mucho tiempo, cuando el Pequeño Lobo aún tenÃa los colmillos de leche y era incapaz de dormir sin su mantita favorita, ocurrió algo extraordinario que los vecinos del barrio de las Tres Brisas siguen recordando. Aquel fue el dÃa en que el Pequeño Lobo se convirtió en el Gran Lobo Feroz.