Este ensayo trata de explicar cómo muchos críticos siembran pesimismoescudándose en las desigualdades sociales, sin considerar la escasasensibilidad de las sociedades preindustriales hacia la pobreza, ydesconociendo el acusado descenso del número de personas que viventodavía hoy por debajo del umbral de la pobreza extrema. Si laglobalización ha castigado a alguien, estas son las clases medias delos países desarrollados.