Las guerras producen héroes. Estos son aquellas personas que, excediendo los límites de su deber, realizan acciones destacables, poniendo en riesgo su propia vida y, generalmente, salvando las de otros muchos y en muchas ocasiones coadyuvando a la victoria en el combate. Este tipo de acciones, que cuando las realiza un hombre son calificadas como heroísmo, en un perro de guerra son continuas y naturales porque están predeterminadas por su propio instinto, que los obliga a ser temerarios, despreciando siempre la muerte. El soldado en raras ocasiones actúa temerariamente. El perro lo hace siempre. El soldado casi nunca busca su inmolación y el perro lo hace sin dudarlo, y sin embargo mientras a los soldados se les ha condecorado habitualmente por sus acciones, en raras ocasiones se ha distinguido a un perro de guerra ni se le ha otorgado una condecoración