En La inocencia hay una voz que se pone a novelar la historia de unamadre que decide entrar a una religión cerrada y fundamentalista. Lahija, que es solo una nena, la sigue, como a una bruja en el bosque. A partir de esa decisión, la hija pasará su infancia y juventud bajolos influjos de "la religión", tratando de atisbar eso que quedó delotro lado del cerco de prohibiciones con el que está resguardada. Para contar su historia -que abarca desde la infancia a la juventud, ypasa por sus estudios, su vida como predicadora, sus relaciones y vida sexual-, la hija reescribirá pasajes de la Biblia, películas ycuentos de hadas. Con esos materiales, muy distintos entre sí, peroeditados y transformados en el discurso de la novela, a la narradorale llegará el momento de la confesión y el juicio.
Aficionada a la literatura, a la invención religiosa y a traspasar los límitesentre ambas, la voz que construye Marina Yuszczuk es la de unpersonaje memorable y, con ella como protagonista, elabora una novelaque ofrece muchas y muy ricas lecturas.