El día de su boda, Margui se encierra en el dormitorio y declara que no se casará. La familia se reúne tras la puerta cerrada, sin saber qué hacer. Mati siente empatía por ella y piensa que su negativa debe respetarse. Pero ¿acaso significa eso que ella no lo ama? Tal vez esté rechazando las demandas sociales y familiares, en una suerte de rebelión femenina contra el papel que el mundo le ofrece.