Lo he dicho muchas veces, hay que cercenar la bestia de la inspiración. Porque escribir poesía técnicamente es como si ya estuviera muerto y Beatriz cantara bajo la lluvia. Y el Hombre está hambriento sólo de pecado, y es, como decía Kafka, "un ar
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información