La palabra crisis la ligamos a problemas económicos, que luego nos afectan individualmente. Por eso tomé como referencia la crisis financiera mundial, desatada en el 2007. Sin embargo, el tema del libro aplica a las crisis en general; pues también las hay institucionales, familiares, sociales o personales. Extrañará que diga: la crisis está en la mente, cuando que la sufrimos en carne viva. Y peor aún que los culpables están distantes. El lector podrá decir: ¿qué tiene que ver mi mente?... si ellos crearon la crisis. El sufrimiento viene de lo que pensamos catastróficamente - sobre la duración y consecuencias del conflicto. La mente, propia y ajena, es la que causa las dificultades. En esta crisis, las mentes de esas personas los llevaron actuar con negligencia y produjeron el caos económico mundial. - Si son ellos los del enredo mental, ¿qué tiene que ver mi mente con esto? - insistirá el lector.