Sandra Ros es miembro de una familia de clase social alta, en la que no encaja debido a sus trastornos mentales. A pesar de los esfuerzos que hace por integrarse y ser aceptada en su mundo, se siente solitaria e incomprendida. Después de años de una aparente mejoría, una noche, tras un terrible brote psicótico que padece, pierde a su hijo en un accidente. Durante el coma tiene una experiencia mágica y espiritual en la que recupera parte de unos increíbles dones que irá descubriendo a lo largo de la narración. Pero al despertar no recuerda nada.